martes, 4 de diciembre de 2012

Nunca es suficiente


Hay dos palabras que nunca decimos lo suficiente. Perdemos el tiempo albergando viejos rencores, antiguos celos o envidias que nos queman y nos echan a perder, y sin embargo no somos conscientes de lo necesario que es decir y escuchar esas dos palabras que tantas veces olvidamos.

Y todas las personas lo anhelan; y no importa cuando, porque no existe el momento ideal ni tampoco un mal momento. Porque llegará el día en que todo lo que cuente será eso, el amor, el que hemos dado a los demás y si hemos sido capaces de salir de nosotros mismos para darnos en cuerpo y alma a aquellos que nos rodean.

Porque puede que todo cambie después de pronunciarlas y nada sea igual, pero no todos los cambios son malos.