lunes, 21 de mayo de 2012

día y noche


Al igual que a un niño le da miedo la oscuridad yo temo la llegada de la noche. El silencio, la sensación de frio que recorre mi espalda y la nada que ocupa mi pensamiento hace imposible que aquello que trataba de mantener durante el día permanezca junto a mí.

Y es que parece inevitable pensar en la velocidad, la distancia y en la soledad cuando se deja entrar una pizca de desconfianza o desaliento. Porque ante la luz podemos mantenernos arriba, firmes en la alegría y la esperanza (es lo último que se pierde), pero cuando nos inunda no somos sino de arena ante la tempestad que nos golpea.

Y tan solo una imagen o un pensamiento fuera de lugar destrozan la paz que a la luz del sol hemos ido acumulando mientras pensábamos, precisamente, en la oscura noche y su constante retorno.

domingo, 13 de mayo de 2012

diez


Hoy un pequeño objeto ha vuelto a mí. No estaba perdido, ni extraviado, simplemente no estaba y ha vuelto a aparecer. He abierto un cajón y sin más motivos o razones lo he cogido en mi mano y lo he acercado a mi cara.

Uno, dos, tres, cuatro… así hasta diez he recorrido las pequeñas bolitas que rodean el anillo sobre el que se asientan unas pequeñas letras. “Ave maría. Ruega por nosotros”.

Lo que representa, la historia detrás de él, las personas o las intenciones plasmadas una a una en las oraciones o unas manos que lo agarran con devoción. 



domingo, 6 de mayo de 2012

La luna es de queso


La luna es de queso. Y noche tras noche el pequeño ratoncito subía al tejado de su casa para poder verla y estar bajo su luz.

“¿Cómo podré yo llegar hasta ella?” Estiraba sus pequeñas patitas para intentar alcanzar aquella imagen y pensaba el modo de subir poco a poco hasta allí. Tal vez saltando… quizás subiendo a las estrellas, trepando por ellas…

Por las noches soñaba con su aroma, el olor divino que desprendía y que él percibía con su hociquito y por el día tan solo planeaba la mejor manera de poder conseguir su sueño mientras los demás le llamaban loco o simplemente decían “nunca lo conseguirá”. Pero él no cesaba en el empeño de llegar hasta su luna de queso.

Y un buen día, cuando ya no le quedaban grandes esperanzas de conseguir lo que soñaba, como las cosas grandes llegan de repente, una gran idea vino hasta él. Un pájaro, una pequeña golondrina, pasó por su ventana. Volaba alto, hacia el cielo… jugaba con las nubes y se escondía en ellas, a favor de las corrientes de aire y entre las hojas de los árboles que ya iban cayendo.  Y así nuestro amigo el ratón trabajó y trabajó sin descanso hasta conseguir fabricar unas preciosas alas de papel e hilo que le permitirían a él también volar hasta su amada.

Esa noche, la última que el ratón pasó atado al suelo, subió como siempre al tejado con sus frágiles alas colocadas con cuidado sobre sus patas. Miró a la luna y dijo “por fin llegaré a ti”, y ya agitando sus alas, cerró los ojos, respiró hondo y saltó.

Aún en las noches de luna llena, si te fijas bien, puedes ver al pequeño ratoncito volar alrededor de la luna y cavar agujeritos en su superficie, mientras disfruta ,a mordisquitos, de su luna de queso.


miércoles, 2 de mayo de 2012

pedir pedir pedir y pedir


Al parecer no fue tan buena idea. La impotencia sentida queda, grabada a fuego. El no poder hacer ni decir nada más, cambiar la realidad que se siente para poder volver a la normalidad… normalidad que hace mucho tiempo dejó de existir para mí.

Y una vez más es un muro el que se cierne sobre las esperanzas, ahora frustradas, de poder llegar a alcanzar la que podría llamarse “causa perseguida” o “causa perdida” por la que he luchado.

El corazón no siente y la mente no tiene poder para gobernarle. Quienes olvidan con mucha facilidad y quienes no pueden olvidar, quienes van totalmente al contrario uno del otro, quienes no tienen fuerza para irse y los que tampoco quieren hacerlo. Quienes no pueden sino sentir vacío y nada en su interior y quienes sienten demasiado. Tú y yo. Siempre al contrario y así una vez más. No son más que sentimientos. Sentimientos en el momento erróneo y hacia algo que aunque duela es imposible.

Noche sin dormir que quita las fuerzas, música para el alma y oraciones. Ayuda. Ayuda… allí donde nuestros dominios de las pasiones acaban… donde no podemos elegir qué sentir o ni siquiera si hacerlo o no. Rezar una vez más por tener ayuda porque una vez más la necesitamos.